DIARIO UN PASEO POR MENORCA DÍA 1 - PUERTO DE MAÓ - CALA BLANCA

21 DE JULIO 2014,

Estamos a punto de llegar a la ciudad  de Maó con puntualidad,son las 7:30 horas,es la hora estipulada por la compañía ,llegar por la mañana, nos permite tener una primera visión de la ciudad en plena calma,solo algún que otro deportista corriendo.



 Su puerto es considerado uno de los más grandes del mundo, ha sido históricamente puerta de entrada de numerosas civilizaciones.





Es la zona más animada,tanto de día  como de noche,gran cantidad de embarcaciones de lujo atracan diariamente en él.



El barco pasa al lado de la Illa del Rei, en cuyo centro se construyó un hospital en el periodo de la dominación británica,tras su decadencia en el año 2011 concluyeron las obras de restauración del edificio,gracias a una asociación "Amigos de la isla del hospital".





La Mola ,la fortaleza de Isabel II es otro punto de interés.



A nuestro paso ya vamos viendo lo concurrido del puerto yates y barquitos estupendos ,que no están al alcance de todos.



Rápido desembarque también,estamos alucinados,ya me habían comentado que funcionaban bien,pero tanto inimaginable.
Navegador,mapa por si acaso y mucha ilusión ,ponemos rumbo a los apartamentos Blancala, a ver que nos encontramos.


Sin problemas llegamos,situados en la urbanización de Cala Blanca creemos que no nos hemos equivocado,unas vistas impresionantes al mar y al fondo Ciutadella.




El apartamento tal y como se reflejaba en las fotos sencillo sin grandes lujos pero todo muy correcto no le falta detalle,asi que ya instalados a la playa!!!

Empezaremos por Cala Blanca,una playa popular algo masificada por la próximidad de hoteles y apartamentos,pero con un entorno precioso. Aguas cristalinas y algo de posidonia,que para los más remilgados puede no gustar mucho,pero que para otros es una atracción. 



Comemos en el restaurante de los apartamentos, creo que son las mejores patatas al horno que he comido,por no decir el bacalao al horno y unos mejillones para chuparse los dedos.El menú a 15 euros merece la pena pagarlos,piensas que no te vas a encontrar una cocina tan buena sin ser un restaurante renombrado,pero el resultado excelente.Salimos flotando del restaurante, hacía tiempo que no comíamos tan bien.
 Bañito en la piscina,reponer la nevera y para finalizar el día una puesta de sol preciosa desde el balcón de lo que será nuestra casa los próximos días.



Continuará......

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